1️⃣ Mantiene tu cuerpo hidratado
2️⃣ Aportan gran cantidad de vitaminas y minerales
3️⃣ Son una gran fuente de antioxidantes
4️⃣ Contienen mucha fibra, imprescindible para tener una buena salud digestiva
5️⃣ Te ayudan a evitar la retención de líquidos
6️⃣ Favorecen tu salud cardiovascular
7️⃣ Aportan nutrientes esenciales que ayudan a reforzar tu sistema inmunológico
8️⃣ Sacian sin aportar muchas calorías
9️⃣ Si te cuesta que tus hijos coman fruta, prueba a ponérsela cortada y haciendo figuras bonitas, verás cómo les gusta
🔟 Ayudan a prevenir enfermedades ya que aportan al organismo nutrientes esenciales que ayudan a reforzar nuestra sistema inmunológico
Es muy bueno comenzar el día con fruta, incluyendo alguna pieza en tu desayuno, ya que es una estupenda forma de cargar pilas para toda la jornada, pero también es muy saludable si la consumes a la mitad de la mañana y a media tarde. Durante la mañana tu metabolismo va más rápido y tu cuerpo conseguirá quemar antes las calorías que aporta y asimilar mejor la fructosa que contiene.
El problema de tomarla después de comer, es que se pueden perder muchos de los nutrientes que pueden aportar, dado que estos se pierden en el proceso digestivo porque van junto con la comida. Además, la fruta puede incluso fermentar porque el proceso digestivo se puede ralentizar precisamente por este motivo.
El mejor momento para comer fruta es entre horas, cuando tu estómago está vacío, y así, podrás evitar que la digestión se vuelva más lenta o que la fruta fermente en el intestino con el resto de la comida. Pero tampoco puedes tomarla a cualquier hora, dado que además de contener vitaminas y minerales, también contiene fructosa, que es un tipo de glucosa que tu organismo convierte en energía, y si no eres capaz de consumir esa energía, puede llegar a acumularse en tu organismo y convertirse en grasa a la larga. Por eso, es más conveniente tomarla en las horas centrales del día.